Este sistema de frenado es fundamental para cualquier vehículo. En el caso de que nuestro coche disponga de freno de tambor, siempre en la parte trasera, tendremos garantizada nuestra seguridad a la hora de ponernos frente al volante.
En Frenkit, empresa que fabrica kits de reparación para recambios de frenos de vehículos de acuerdo con las especificaciones OEM o de cliente, te damos a conocer los elementos y partes del freno de tambor, que son fundamentales para el correcto funcionamiento del coche. ¡Sigue leyendo!
Como ya explicamos en anteriores posts, el sistema de freno de tambor de un coche consiste en “un tipo de freno que, al pisar el pedal del vehículo, produce fricción a través de las zapatas presionando contra la superficie interior de un tambor giratorio conectado al buje del coche”.
Si desmontamos las partes del freno de tambor, estas pueden parecer complicadas y difíciles de entender, ya que el sistema está compuesto por muchas piezas. Por este motivo, vamos a analizar una por una de forma detallada cuáles son los componentes del sistema de frenos de tambor:
Es la parte externa visible y la pieza que constituye la parte giratoria del freno, por lo que recibe en su mayor parte el calor que se produce al pisar el pedal de freno. El tambor de freno está fabricado de un material en fundición gris con grafito, que se caracteriza por su resistencia y buena absorción del calor producido por el rozamiento.
Su diámetro depende de las características de cada vehículo, por eso hay tanta variedad en cuanto a diámetros. El elemento se sujeta al vehículo pasando unos orificios por unos vástagos roscados quedando anclado al buje del vehículo.
El plato de freno está compuesto por un soporte de chapa encajada y troquelada. Sobre él se adhiere el bombín o bombines de accionamiento hidráulico, los elementos de fijación y las zapatas primaria y secundaria.
Estas últimas, están unidas al plato de freno mediante un sistema de muelles elásticos que permiten el desplazamiento hacia el tambor. Una vez que se suelta el pedal de freno, los muelles, situados en la parte central del plato de freno, ayudan a que las zapatas vuelvan a su posición inicial.
Las zapatas se encargan de presionar la cara interna del tambor y generar así la fricción necesaria para poder detener el vehículo. Como hemos mencionado anteriormente, existen dos zapatas: una primaria y otra secundaria. La zapata primaria aplica una mayor fuerza en el lado en contra del giro, provocando así un mayor rozamiento. En cambio, la zapata secundaria emplea mayor fuerza en el lado a favor del giro, por lo que su rozamiento es menor.
Ambas zapatas del freno tambor están compuestas por dos chapas de acero soldadas con forma de medialuna y suelen estar recubiertas por forros de freno en su exterior. Estos forros están unidos a las zapatas metálicas bien por encolado o con unos remaches.
Estos elementos del freno de tambor son los encargados de efectuar el desplazamiento lateral de las zapatas para el frenado del tambor. Al pisar el pedal de freno, la presión de la bomba de freno llega al bombín o bombines y los pistones, dentro de estos, se desplazan para presionar las zapatas contra el tambor.
Podemos distinguir tres tipos de bombines, en función de su finalidad y la clase de frenado:
Una vez que se ha accionado el pedal de freno, el muelle de retorno es la pieza que retrae las zapatas. Existen dos tipos de muelles de retorno: un muelle para zapatas primarias y otro para zapatas secundarias. Ambos deben contar con la fuerza suficiente para conseguir que las zapatas se accionen y consigan detener el vehículo.
El mecanismo de ajuste es el que mantiene el espacio mínimo entre las zapatas y el tambor de freno, con el objetivo de que ambos elementos del freno de tambor no entren en contacto cuando se está circulando y no se está pisando el pedal de freno. Conforme se desgastan las zapatas, la separación entre ellas tiene que aumentar para que sea eficaz en cada frenada. Si no lo tuviera, conforme se desgastasen las zapatas, tendríamos que pisar más fuerte el pedal de freno para efectuar el frenado.
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