Dentro del sistema de transmisión de movimiento, el mecanismo del embrague es el encargado de permitir o interrumpir el paso de la energía mecánica del motor a la caja de cambios; a voluntad del conductor (embragues manuales) o automáticamente (embragues automáticos). Ésta función es esencial para poder desacoplar el motor y accionar la caja de cambios para que el régimen de revoluciones en las que trabaje el motor sea óptimo en todo momento.
Los sistemas de embrague suelen ser piezas que resisten muy bien el paso del tiempo, por lo que no es muy común repararlas. Sin embargo, si nuestro coche está acostumbrado a circular muchos kilómetros por ciudad (con muchas más arrancadas y paradas) la reparación será necesaria en un menor plazo de tiempo.
Si crees que necesitas reparar el embrague de tu coche, en este post de Frenkit te damos los pasos que necesitas seguir y qué herramientas utilizar para ello.
Como ya hemos comentado anteriormente, el sistema de embrague no suele averiarse muy a menudo. La vida útil del embrague varía en función del modelo de coche y también de la forma de conducir de cada uno.
Es imposible saber cada cuánto tiempo debemos reparar el embrague de nuestro coche. Puede llegar hasta más de 150 mil kilómetros, aunque probablemente en algún momento previo, el sistema pueda necesitar cambiar al menos alguno de sus elementos.
Entre las averías que pueden tener los embragues, las más frecuentes suelen ser: el desgaste o rotura del forro del disco del embrague, la posible deformación en la carcasa, la aparición de defectos en el volante bimasa o en el sistema hidráulico o que el collarín de empuje se atasque, entre otras.
Algunas de las señales que nos pueden indicar que debemos reparar el embrague son:
Antes de conocer los pasos que debemos seguir para reparar el embrague del vehículo, debemos saber cuáles son las herramientas que vamos a necesitar para su reparación:
En Frenkit te recordamos que se trata de una reparación complicada, únicamente apta para personas con conocimientos sobre mecánica o profesionales del sector. Si no te encuentras entre ellos, lo mejor es acudir a un taller de confianza.
Ahora sí, estos son los pasos que debes seguir para reparar el sistema de embrague de tu vehículo correctamente:
El primer paso que debemos llevar a cabo es averiguar, de una forma sencilla, si el embrague todavía tiene fuerza. Para ello, colocaremos el coche en una superficie plana, apagaremos el motor y activaremos el freno de mano. Procederemos a soltar el embrague y arrancar el motor en ralentí. Después, introduciremos una marcha larga. Lo ideal es que el motor se apague al acelerar. Si esto no sucede, entonces deberemos levantar el coche con un gato hidráulico para cambiar el embrague.
Pese a que el conjunto de embrague se trata de un elemento puramente mecánico, para acceder a él, tendremos que desconectar diferentes módulos y sensores, por lo que es recomendable antes de empezar el proceso, desconectar la batería. Para ello, abriremos el capó del coche y quitaremos el terminal negativo, el de color negro; y después el positivo, de color rojo.
Antes de poder retirar el sistema de embrague defectuoso, necesitaremos abrirnos paso hasta el mismo, y para ésto, deberemos desmontar primero la caja de cambios realizando todas las operaciones necesarias para ello. Hay que revisar en cada caso la disposición o geometría de la caja de cambios de tu vehículo para su correcto desmontaje (es posible que tengamos que vaciar el aceite de la caja de cambios, con lo que aprovecharemos para realizar un cambio del mismo rellenandola con aceite nuevo en el proceso de montaje posterior).
A continuación, vamos a poner a punto el embrague de nuestro vehículo, para ello aplicaremos grasa en la parte interna del collarín y en las superficies de contacto con la horquilla de embrague. No nos olvidemos tampoco de aplicar grasa en los puntos de fricción y rozamiento de la horquilla.
En este paso es importante realizar las siguientes operaciones una por una y en orden. Para empezar, situaremos el kit de embrague en el volante motor, para ello nos ayudaremos de las espigas de centrado. Después, procederemos a apretar tres de los tornillos de la carcasa del embrague. Es imprescindible que en este punto comprobemos que el disco de embrague está estable y centrado. Asegúrate también que el centrador entra y sale del disco sin necesidad de hacer fuerza.
A continuación, apretaremos los tornillos de la carcasa (recuerda respetar la secuencia de apriete en estrella). En esta fase, los dedos del diafragma deben moverse uniformemente, con el fin de quedar en posición horizontal y después de haber repetido la secuencia de apriete al menos tres veces.
El último paso de este punto consiste en colocar el collarín en el tubo guía comprobando que este se desplaza sin problemas.
¡Es hora de montar la caja de cambios! Antes que nada, revisaremos todos los casos que, desde Frenkit, os damos a continuación:
Llegamos al último paso. Una vez que todas las piezas estén colocadas, procederemos a comprobar que el embrague funciona como es debido. Algunos de los puntos que tenemos que comprobar que están correctos son: el cambio de marchas y la marcha atrás o que no se produzcan ruidos anormales, por ejemplo. Si el coche se encuentra en reposo, y el recorrido es normal, montaremos las ruedas y ya habremos terminado.
En Frenkit somos especialistas en sistemas de embrague para un sinfín de vehículos. Accede a nuestra página web y descubre un amplio catálogo compuesto por una extensa gama de kits de reparación.