Los frenos de tambor se han convertido en un elemento imprescindible para el sistema de frenos de cualquier vehículo, ya que se adaptan a la perfección tanto a carreteras y caminos secundarios, como a condiciones climatológicas adversas.
Este mecanismo, diseñado en 1902 por Louis Renault, permite reducir la velocidad del coche cuando queremos detenernos de manera sencilla y eficaz, dispone de una mayor superficie de fricción que los frenos de disco, por no hablar de su coste más reducido.
Sin embargo, aunque son muchas las ventajas con las que cuentan los frenos de tambor, pueden darse ciertas circunstancias que nos obligan a tener que cambiar este sistema de frenos para circular con seguridad.
Si quieres conocer más sobre la situación en las que se deben cambiar los frenos de tambor y cada cuánto tiempo hacerlo, ¡no te pierdas este post de Frenkit!
A diferencia de los frenos de disco, los frenos de tambor no suelen desgastarse de manera tan frecuente. Sin embargo, en ocasiones es necesario llevar a cabo una revisión para ver si estos funcionan correctamente. A la hora de cambiar el freno de tambor, es más probable que tengamos que sustituir las zapatas de freno por unas nuevas, ya que es la pieza que sufre directamente los efectos de la fricción al frenar.
Otra de las razones por las que debemos revisar con frecuencia el sistema de frenos de nuestro coche es porque, en los frenos de tambor, el desgaste no se puede apreciar a simple vista. Además, si notamos que nuestro vehículo tarda en detenerse o debemos presionar con mucha fuerza el pedal de freno, es importante que llevemos nuestro vehículo a un taller mecánico especializado para someterlo a una revisión.
Algo que nos ha quedado claro a estas alturas es que los frenos del coche son de vital importancia, ya que son un elemento imprescindible si queremos detener la conducción, por este motivo, un sistema en mal estado es, con mucha probabilidad, sinónimo de accidente.
Por eso, desde Frenkit hemos seleccionado algunos de los síntomas más comunes con los que saber cuándo cambiar los frenos de tambor de tu vehículo:
Cuando se produce una vibración o ruido al frenar el vehículo es debido a que el freno de tambor sufre una deformación o un desgaste irregular.
Este desgaste puede variar en función del tipo de conducción de cada conductor y el mantenimiento que se le esté dando al coche. No cambiar las zapatas cuando es necesario o circular con los frenos de tambor, son ejemplos claros de desgaste.
Cuando notamos que el pedal de freno de nuestro vehículo está duro puede ser porque las correas de la bomba de alimentación están sueltas o que las válvulas están defectuosas, entre otras cosas.
Una avería en el sistema de frenos de nuestro coche es algo peligroso. Por eso, si desconocemos cuál es el motivo por el que nos cuesta accionar el pedal de freno, desde Frenkit te instamos a que acudas a un taller mecánico lo antes posible para que un profesional revise el sistema.
Cuando llevamos a cabo una frenada muy brusca y percibimos olor a humo en nuestro coche, es un indicador de que los frenos de tambor o las zapatas están sobrecalentadas. Si se produce esta circunstancia, es de vital importancia trasladar el coche a un taller especializado donde se puede realizar un chequeo.
Además, una de las cosas que debes revisar si percibes este olor a quemado, es el freno de estacionamiento o freno de emergencia. En ocasiones, este mecanismo se puede quedar sujeto en su posición de bloqueo, quemando así las zapatas con la acción del tambor girando.
En el caso de que necesitemos más espacio para detener nuestro vehículo, esto se debe a que las zapatas están perdiendo eficacia y están produciendo un gran desgaste dentro de los elementos del freno de tambor.
Para que se produzca una frenada correcta y eficaz es necesario que la fuerza que se transmite al sistema de frenado sea la adecuada por lo que, tanto el mecanismo interno, como el líquido de frenos, son imprescindibles. A su vez, es importante que el conjunto de zapatas dentro de los frenos de tambor esté correctamente cuidado.
Si notamos que el pedal de freno está suave o esponjoso, es un buen momento para revisar los frenos de tambor. Puede suceder por varios motivos: deterioro del líquido de frenos, aire en los frenos de tambor, fuga en el circuito del sistema de frenos o que los bombines y bombas de freno estén estropeadas, por ejemplo.
Aunque son varias las causas, la más común es que el líquido de frenos esté en mal estado y no transmita la presión necesaria para que el vehículo se detenga. Por este motivo es fundamental sustituir o cambiar el freno de tambor cada 2-4 años, algo que los fabricantes recomiendan y que muchos conductores desconocen.
Ahora que ya conoces algunos de los síntomas más comunes por los que sustituir y reparar los frenos de tambor de tu vehículo, te animamos a que también lleves a cabo un buen mantenimiento de los frenos de tambor de tu coche.
Ya seas un profesional del sector de la automoción o si decides cambiar tú mismo los frenos de tambor de tu coche, en Frenkit somos expertos en la fabricación y distribución componentes de freno para todas las gamas de vehículos, tanto turismos como vehículos ligeros.
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