El embrague permite la correcta transmisión de la potencia del motor a la caja de cambios, que finalmente pasa a las ruedas del coche.
A causa de que hacemos un uso continuo del embrague de nuestro coche, el material del que está fabricado se va desgastando y, según pase el tiempo, tendremos que cambiarlo.
En este post de Frenkit, como empresa que cuenta con una extensa gama de kits de reparación para sistemas de frenos y embrague, podrás conocer todos los síntomas que indican una avería en el embrague para poder identificarlos y así llevar a cabo una reparación en caso de que sea necesario. ¡No te pierdas este post!
Cómo saber si el embrague está mal
Si queremos detectar cuando surge un problema con el embrague de nuestro vehículo y, de esta manera, actuar a tiempo ante una posible avería, es importante que antes conozcamos cuál es el funcionamiento del embrague.
El funcionamiento del embrague es muy sencillo. Este sistema tiene el objetivo de acoplar o desacoplar el movimiento del motor con el de las ruedas del coche, todo ello a través del cambio de marchas.
Pongamos un ejemplo: un conductor se monta en su vehículo y, al pisar con el pie izquierdo el pedal del embrague lo que está haciendo es desembragar, está separando el disco de embrague del volante motor. Sin embargo, cuando el conductor del coche deja de pisar el embrague y tenemos la marcha ya metida, éste transmite la potencia del motor a las ruedas motrices para así conseguir que el vehículo se mueva.
Durante este proceso, todos los componentes mecánicos realizan un esfuerzo extra cuando se produce el roce y el contacto entre ellos. Con el paso de los años y el aumento del kilometraje del coche, estos componentes van perdiendo su eficacia, hasta el punto de no transmitir la fuerza necesaria para que el vehículo circule. Es aquí cuando pueden surgir ciertas averías en el sistema de embrague.
5 síntomas de un embrague en mal estado
Ahora que ya conoces cuál es el funcionamiento del embrague de tu vehículo, es importante que tengas en cuenta que, además del desgaste de los elementos que componen este sistema, pueden darse otras averías o síntomas concretos que nos obliguen a revisar nuestro sistema de embrague y, por consiguiente, proceder a su reparación.
A continuación, te contamos cuáles son las señales de que el embrague está mal. En el caso de haber sufrido alguna de estas averías, desde Frenkit, como profesionales del sector de la automoción, te recomendamos acudir lo antes posible a un taller especialista en reparación de sistemas de embrague.
Si el embrague patina
Esta primera avería suele darse cuando el embrague se gasta por completo, solemos decir que el embrague patina. ¿Qué significa esto exactamente? Pues bien, esto quiere decir que el embrague no transmite el régimen de vueltas a la transmisión, es decir, el cuentarrevoluciones del coche aumenta, pero este no se mueve.
A su vez, el embrague también puede patinar si la superficie se carboniza, debido a que se ha dado un sobrecalentamiento. En este caso también habría que acudir a un taller especializado para sustituirlo.
Si olemos a quemado
Otro síntoma de que el embrague de nuestro vehículo está dañado es que detectemos un olor a quemado. Esto suele suceder cuando el embrague patina demasiado. Podemos detectar el olor a quemado, similar al de los frenos cuando se sobrecalientan, iniciando la marcha con el embrague gastado y que, posteriormente éste resbale para mover el vehículo.
Si el embrague vibra
Esta avería se suele dar cuando el volante motor bimasa no cumple su función, es por ello por lo que las vibraciones aumentan en el vehículo. Para detectarlas tenemos que poner el coche en punto muerto y comprobar que notamos esa vibración. Otra opción es pisar el pedal de embrague con el coche al ralentí.
Si escuchamos un ruido en el embrague
Aquí podemos encontrar dos tipos de ruidos:
- Los ruidos internos. Estos primeros se producen porque los rodamientos están mal engrasados, el disco del embrague está mal instalado o porque existe un desgaste del cojinete del eje primario, por ejemplo.
- Los ruidos externos. Estos son producidos porque el cableado está quebrado, los componentes del pedal y el eje de transmisión están defectuosos o desgastados o, simplemente porque el ajuste del sistema de liberación es incorrecto.
Si el pedal del embrague está duro
Por último, si al pisar el pedal de nuestro coche detectamos que está más duro que de costumbre, nos encontramos ante un claro indicador de que el disco del embrague está excesivamente desgastado.
Antes de proceder a su reparación, el taller tendrá que revisar que este síntoma no se deba al cable de accionamiento del embrague o al sistema hidráulico de accionamiento.
Ya seas un profesional del sector de la reparación automovilística o, simplemente decides cambiar por tu cuenta los componentes de tu vehículo, en Frenkit contamos con más de 9.000 referencias para sistemas de freno y embrague.
¿Qué te ha parecido este post?, ¿Se te ocurren otras averías por las que reparar el sistema de embrague? Si quieres saber más acerca de otros temas como los tipos de sistemas de embrague y sus partes, ¡infórmate en nuestro blog!
