Si bien es cierto que cada persona conduce su coche de una forma distinta, algunas de esas maneras no siempre son las más adecuadas.
El embrague permite la correcta transmisión de la potencia del motor a la caja de cambios, que finalmente pasa a las ruedas del coche.
Dentro del sistema de transmisión de movimiento, el mecanismo del embrague es el encargado de permitir o interrumpir el paso de la energía mecánica del motor a la caja de cambios; a voluntad del conductor (embragues manuales) o automáticamente (embragues automáticos). Ésta función es esencial para poder desacoplar el motor y accionar la caja de cambios para que el régimen de revoluciones en las que trabaje el motor sea óptimo en todo momento.
El embrague o clutch del coche es un sistema que permite la correcta transmisión de la potencia del motor a la caja de cambios, que después pasa a las ruedas del coche.
El cilindro maestro del embrague está situado cerca de la salida del motor del pedal de embrague. Se trata de un cilindro hidráulico muy sencillo que está conectado al pedal del embrague de nuestro vehículo y al impulsor de este pedal por un latiguillo lleno de aceite.
El sistema de embrague tiene como principal objetivo aislar el movimiento del motor de las ruedas mientras circulamos y cambiamos de marcha. Gracias al embrague podemos conseguir la correcta transmisión de la potencia del motor de la caja de cambios que, posteriormente, pasa a las ruedas del vehículo.
El embrague del coche de combustión es un sistema que usamos de continuo cuando circulamos, por este motivo es una pieza indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro vehículo. Sin este sistema no podríamos cambiar de marchas o circular.